Michel Brethez y Jean Darrigol se conocieron en París en 1996, antes del rodaje de « Voleur de diagonale-Zeihar Lapurra » realizado en su totalidad en el valle de Aldudes, no lejos de Roncesvalles. El hombre del sonido apreció la calidad particular del silencio que existe en esos lugares, así como las personas que conoció o que colaboraron desde el punto de vista artístico (Beñat Achiary, del cual grabó la voz en Bayonne) o simplemente práctico o todo ello a la vez (¡hubo mucha gente!). Conoció también en el rodaje a Peio Çabalette, « nuestro » compositor.
No nos ha olvidado.
Después de haber leído y releído Ainara, entendiendo rápidamente la dimensión musical existente (el sonido buscado, las voces, las lenguas, la música y el « eco » del tiempo, es la clave de la película), Michel Brethez aceptó dirigir el sonido y reencontrarse con nosotros en una nueva aventura, escribiéndonos y « escribiéndoos »:
« Si mezcláis los diálogos de Ainara con los sonidos de la naturaleza y de los hombres y mujeres del País Vasco... obtendréis una composición sonora bastante concreta... memorias y vida. ¡Ni se os ocurra hacer silencio! ¡Filmamos! »
Michel Brethez, sobre Ainara.